lunes, 19 de noviembre de 2018

Impresiones europeas: Madrid.

Llamarte madre sería un insulto a mi patria, es por eso que te considero una hermana. Madrid, la fraternidad es tu virtud. Abrazas al extranjero con la calidez y la experiencia de los hijos mayores de la civilización romana. Tus calles amplias y ajetreadas dibujan una ciudad leonina, orgullosa de sus banderas y símbolos. Pero lo mejor es cómo te vanaglorias de tus próceres y figuras ilustres. Cada una de tus calles es un homenaje a los ciudadanos que por siglos han alimentado tu gloria.
Candor y vivacidad desbordan de tu gente y si hemos heredado el temperamento italiano, sin duda también el jolgorio y júbilo español. Madrid, dime qué se siente acobijar tantos dialectos y registros en tu seno. Si a todos nos une una misma lengua tergiversada y corrompida, ¿a qué hemos de defender normas y correcciones de diccionario? Riámonos de los equívocos con una cerveza de por medio, colegas, que mezclarnos es lo mejor que nos haya podido pasar como seres humanos.

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