Solo soy el autor
material de este poema,
el autor
intelectual es otro
que vive en mí,
que vive a través de mí.
Yo no soy nadie,
yo es nada.
Rimbaud estuvo
cerca, pero lo formuló mal:
Yo no es otro;
otro soy yo.
Anhelo el puesto
del otro, codicio su suerte,
envidio su hogar,
deseo a su esposa,
añoro su vida,
repito su prosa.
Nada de eso
conseguiré, ¡JAMÁS!, aunque me esfuerce.
Lo único que me
mantiene en vilo es cruzarme
con aquél que
quiera ocupar mi lugar, este lugar vacío.
Hasta el momento
solo
lo he encontrado
aquí.
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