sábado, 23 de mayo de 2015

El Oscuro de Éfeso.

Que un hombre se bañe en un río no quiere decir que un río se bañe en el hombre que está bañándose en el río al cual el hombre está dispuesto a bañarse porque así lo dispone el río que dispone e indispone quién puede o no bañarse en él.

Tampoco son un río y un hombre los que se bañan mutuamente, sino una multitud de hombres y de ríos que forman mares y muchedumbres.

Un hombre puede ser un mar y un río una muchedumbre. Un hombre puede ahogar un río y un río puede beberse a un hombre.

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