sábado, 12 de abril de 2014

Agresión.

Ahí estás,
ese eres tú,
el que se sienta solo,
el chivo expiatorio,
el que le cuesta adaptarse,
el que no participa en clases.

En ti volcaré todas mis frustraciones
en forma de agresiones:
el alcoholismo de mi madre,
el abandono de mi padre,
el maltrato de mis pares,
y las cosas que no tengo.

¡Felicidades!
Has sido el elegido en esta lotería cósmica,
donde el más fuerte devora al más débil,
donde uno es obligado a ser infeliz
para que el resto pueda disfrutar al menos por un rato.

¡Felicidades otra vez!
Serás hermoso como Cristo
e infeliz como Judas.
Los hombres te deberán todo
y no recibirás nada a
cambio más que miserias.

¡Arriba, rey de los bufones!
Que esto es sólo el principio,
y la jornada recién comienza.

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