Noches de luna,
noches de lluvia,
me he aferrado a las sábanas
pronunciando el nombre de María,
recordando recuerdos que no fueron más que fantasías.
Y ahora, lo único que me queda de ti
es tu imagen, eterna, congelada en la memoria.
¿Sabés lo que es susurrar por las noches un nombre?
¿Sabés lo que es morder la almohada y llorar de la impotencia?
¿Sabés lo que es que te busquen en las estrellas?
¿Sabés lo que es ser sincero con tus sentimientos,
entregarlos y recibir sólo silencio e indiferencia?
Cometemos errores al amar,
porque amamos como lo hacen los niños.
Cuando la carga se hace tan pesada que el cuerpo no puede soportarla
estalla como lo hace una bomba, como lo hace un sueño.
El anhelo se escapa, la fantasía desaparece.
La verdad, la confesión nos libera dejando sólo un vacío.
Ese vacío que se suponía tú ocuparías y que deberá ocupar alguien más.
Diego Hernán Rosain (Argentina, 1991) Licenciado y Profesor Normal y Superior en Letras por la Universidad de Buenos Aires (FFyL-UBA). Adscripto a la cátedra de Problemas de Literatura Latinoamericana a cargo de la Prof. Marcela Croce con el proyecto titulado: “Ficciones especulativas: emergencia y contacto entre las poéticas de Macedonio Fernández y Jorge Luis Borges”. Ha publicado artículos en revistas como Puesta en Escena, Exlibris y BADEBEC. Dirección electrónica: dhernan_rosain@live.com.ar
2 comentarios:
como siempre no dejas de sorprenderme , gracias por estas lineas...
saludos cordiales
muy lindo texto, de verdad, muy sentido. saludos muchacho!
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