Canta, canta, Catalina Catacumba
que Hécuba quiere que sus tumbas sucumban,
callos encallados cubren tus cuerdas,
voz curva oculta tu tráquea gorguera.
Canta, canta cánticos catatónicos
de eunucos costureros y corsos costumbristas,
calla con ellos al gallo gallardo
y a sus cacofónicos cacareos que provocan risa.
Canta, canta canciones caminantes
cual carnaval cartografiado por contundentes coristas,
que tus clases son cristales para
calcar cualquier calcomanía.
Canta, canta, Catalina Catacumba
y que tu canto no cese
que la voz que acuna a los muertos
para mí es son de vida y no de muerte.